miércoles, 25 de febrero de 2015

Investigación y creatividad: lo que nadie te enseña

Hay veces en las que decir las cosas en alto ayuda a ordenar ideas y entender mejor lo que te ocurre. Hace unas semanas durante una relajada conversación acerca de los doctorados lo dije: He descubierto la parte creativa que investigar requiere y me gusta, pero creo que yo no la tengo. Y sentí que por fin entendía mi mayor dificultad a lo largo de este largo proceso de doctorarse. No acabé de entender la parte creativa hasta bien tarde.

Nadie te explica la importancia de la creatividad al empezar a investigar. Al menos a mi nadie me advirtió de ello. Sin embargo, ahora la considero una característica fundamental. Y me gustaría compartir lo que yo he entendido en el cuarto año de mi doctorado (sí, no soy una alumna muy rápida que digamos...) con los que se están aventurando en una nueva carrera investigadora.

Normalmente en el ambiente universitario existe un vínculo muy directo entre "buen estudiante" y doctorado. Me refiero al estilo de estudiante que se entiende como un buen estudiante estándar en nuestras universidades, es decir, un alumno que aprueba todo, comprende fácilmente, es capaz de estudiar con facilidad y sacar buenas notas. Si algún estudiante destaca por su currículo, por sus calificaciones, casi todo el mundo estará de acuerdo en que la investigación se le dará bien: tiene constancia, facilidad de comprensión, y conocimientos básicos consolidados. Pero...nadie le habla de la creatividad. Nadie le habla de la falta de libros de texto donde poder encontrar y estudiar soluciones a los problemas que se encontrará. Hay muchos tipos de proyectos de investigación, unos con más grados de incertidumbre que otros, pero investigación por definición es andar hacia lo desconocido. Llegará un momento en el doctorado en el que se entre a caminar en un camino oscuro, donde no se ve lo que espera delante de ti, ni tampoco lo que dejaste atrás. Y en esa situación no es la capacidad de estudio la que te ayudará a encontrar la salida en la oscuridad. Será la creatividad. La capacidad de proponer soluciones, no sólo las que ya se han investigado anteriormente, también soluciones nuevas, raras, que parecen absurdas. Es de esos momentos de creatividad de los que surge la linternita que te sacará de la oscuridad. La constancia es necesaria, por supuesto, para continuar el camino, y los conocimientos adquiridos también lo son para poder haber llegado tan lejos. Pero investigar no es estudiar. Investigar es también crear. Hay quien crea pinturas, hay quien crea novelas, hay quien crea canciones. Pues los artículos científicos, con su tono técnico, serio y formal, esconden tremendos momentos de oscuridad y de creatividad. 

Yo ya venía pensando (y maldiciendo) la importancia de la creatividad para finalizar un doctorado, cuando una amiga me mandó este enlace a una conferencia muy reveladora. Lo comparto y animo a los futuros doctorandos que lo escuchen, a poder ser, antes de llegar a la zona oscura.

¡Suerte!

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