lunes, 30 de enero de 2012

17 días

A 17 días de mi viaje a Argentina...

Mejor dicho, siempre he viajado como un loco, desde joven. Pero últimamente tenía la sensación de que vivía en aeropuertos y hoteles, y el sentido de la aventura estaba dando paso a un profundo hastío. Cuando me quejaba de que no podía quedarme mucho tiempo en el mismo sitio, la gente se extrañaba:"¡Pero si viajar está tan bien!¡Es una pena que yo no tenga dinero para hacerlo!"

Viajar nunca es una cuestión de dinero, sino de coraje. Pasé gran parte de mi vida recorriendo el mundo como un hippy y ¿qué dinero tenía entonces? Ninguno. Apenas tenía para el billete, pero aun así creo que fueron algunos de los mejores años de mi juventud: comiendo mal. durmiendo en estaciones de tren, incapaz de comunicarme por culpa del idioma, viéndome obligado a depender de otros incluso para encontrar un techo donde pasar la noche.

Después de mucho tiempo en la carretera, escuchando una lengua que no entiendes, usando un dinero cuyo valor no conoces, caminando por calles por las que nunca has pasado, descubres que tu antiguo Yo, con todo lo que ha aprendido, es absolutamente inútil ante esos nuevos desafíos y empiezas a darte cuenta de que, enterrado en el fondo de tu subconsciente, hay alguien mucho más interesante, aventurero, abierto al mundo y a las nuevas experiencias. 

Aleph. Paulo Coelho

Porque hay personas a las que nos gusta descubrirnos a través de viajes, ya sean a sitios cercanos o lejanos, caros o baratos. El destino no importa, de cada viaje se puede sacar algo nuevo, que no quedará sólo en fotografías o anécdotas, si no formando parte de uno mismo, haciéndose un hueco en la personalidad. Como dice Paulo Coelho, no es lo mismo cambiar de país, que VIAJAR. 

Iré haciéndole un huequito a Argentina...



martes, 3 de enero de 2012

Me han regalado una colonia nueva

No soy del tipo de personas a las que les gusta cambiar de colonia, me gusta que la colonia sea suave, que esté y sea necesaria, pero que no se anuncie con olores estridentes. Me gusta encontrar la colonia que se ajusta a mi personalidad y, porqué no, conservarla por mucho tiempo, como parte de mí. Así llevo comprándome la misma colonia desde la adolescencia. Este año, coincidiendo con el final del 2011, se me acababa el bote y decidí pedirla como regalo de reyes en mi casa, pero no la misma marca, sino una diferente a su elección. Cambiar de colonia y empezar el 2012 con una nueva.

Qué gesto más trivial y qué importante es para mí. No sé qué sorpresas me deparará el 2012, puede que sean buenas o puede que sean malas. Sólo estoy segura de la actitud con la que entro en él. Me siento más fuerte, con energías y ganas. Tras unas vacaciones sin descanso pero repletas de alegrías y buena compañía me he liberado del estrés y de repente lo que tanto me agobiaba hace una semana, ahora me lo apunto en la lista de tareas que abordar sin poner en duda si seré capaz de hacerlo. Este año no hubo mensaje de final de año en mi blog, como venía siendo costumbre, pero ahora traigo un pequeño mensaje de principios de enero: no es el final de año lo que marca el comienzo de nuevos proyectos, ni los nuevos proyectos los que definen los grandes cambios en tu vida: es la actitud con la que enfrentas lo que se avecina. Hace unas semanas vivía en este mismo país, en esta misma casa, conocía a la misma gente y me encontraba en la misma fase de mi doctorado, pero aun arrastraba un lastre de los obtáculos pasados meses atrás que me impedían apreciar mi vida sin echar la mirada atrás.

Algo ha cambiado en mi actitud que me hace tenerle menos miedo a mi vida aquí, quizá significa que me voy adaptando, quizá necesitaba unas vacaciones, quizá es sólo algo temporal. Sea lo que sea, tiene algo que ver con la decisión de cambiar de colonia. Cambios buenos se avecinan. El primero ya ha llegado: me siento más agusto en la que ahora es mi vida.

Feliz 2012 a todos y todas.