jueves, 24 de octubre de 2013

Feliz y cansada

Me encuentro agotada y no debo extenderme demasiado, porque tengo tanto que contar y tan pocas energías que podría liarme...Así que hoy escribo sólo un aperitivo, una rápida lluvia de ideas de lo que me han inspirado las dos semanas y media de viaje por Nepal y Tailandia:
- Fui a Nepal por sus montañas, pero las nubes las cubrieron y entonces fueron sus gentes las que colmaron con creces mis expectativas.
- No hay nada predecible: la estación seca en Nepal puede convertirse en estación lluviosa de un instante para otro. 
- En los ¨lodges" de montaña, lo mismo puedes conocer a un inglés trabajando para una ONG en Sudáfrica, que a un madrileño dedicado a terapias hipnóticas (con sesión de hipnosis incluida...).
- La sopa de ajo y el té de jengibre realmente ayudan a curar catarros.
- Hay tópicos muy reales: los tailandeses son todo sonrisas y hospitalidad.
- El monzón tiene su encanto: las playas se vacían, y bañarse bajo la lluvia en aguas tailandesas es un placer recién descubierto.
- La comida tailandesa está buenísima, pero picante. No importa que el camarero te diga "Non spicy", no os confiéis, pica igualmente.

Nepal y Tailandia tienen mucho que ofrecer, y es una pena que yo sólo haya podido explorar la puntita del iceberg. Acabo de llegar y ya estoy deseando volver...

Y ahora sí...¡buenas noches!