No me
gusta hablar de política y/o economía en este blog. Pero hoy toca hablar de investigación,
de investigación y su vínculo con la política.
¿Por qué? Pues porque cuando una inocente estudiante de doctorado
de biología empieza su carrera investigadora normalmente parte de una hipótesis
basada en funcionamientos ecológicos, moleculares, fisiológicos...se me ocurren
mil opciones relacionadas con procesos biológicos. Sin embargo, algunas veces
esa pregunta acabará siendo respondida bajo el sesgo de la política y/o economía
del momento.
Porque hoy en día, la investigación basada en el meta-análisis está
cobrando mucha fuerza. Muchos estudios se llevan a gran escala, recopilando información
similar disponible en distintos lugares del mundo para poder sacar conclusiones
teniendo en cuenta grandes rangos climáticos, geográficos, etc. Al fin y al
cabo, cada vez vivimos más globalmente, tendremos que investigar globalmente también.
Pero no es fácil. Una de las dificultades que estoy
experimentando en el transcurso de mi investigación es el encontrar estudios en
distintas partes del mundo que midan parámetros de forma estandarizada, que
puedan ser comparables entre ellos. No debería ser difícil, pero la política y economía
influyen tanto que produce un sesgo en la información disponible y
por tanto, en mi investigación.
Evidentemente, en cada país se invierte en investigación
dependiendo de sus posibilidades, lo que produce las diferencias. Yo, que
recopilo los datos disponibles y los comparo, puedo llegar a conclusiones erróneas.
Por ejemplo, Alemania es más rico e invierte más en investigación, lo que
conlleva que sus bosques estén mucho mejor instrumentados y monitorizados. Por
ello, en proporción tengo muchas más datos alemanes que me pueden llevar a
pensar que los bosques alemanes son más importantes y las relaciones entre
factores medioambientales que pueda sacar estarán sesgadas debido a mi desinformación
acerca de otros países que, serán más pobres, pero que también tienen plantas,
suelos, aire y en mi caso concreto, carbono disuelto en el suelo.
No es nada nuevo, no. Pero da que pensar. Probablemente, voy a sacar conclusiones de mis estudios que no estén
solo basadas en biología, sino también influenciadas por la situación económico
- política de los países. Además, cada vez es más difícil y competitivo
publicar en revistas científicas. Ya es conocido el sesgo que produce la selecciónde artículos para publicar en la investigación (ya que se tiende a no publicar resultados inesperados). No es de extrañar que los mejores resultados vengan de países desarrollados y con recursos. Por eso, me
vuelvo a inclinar por abrir fronteras. No hay forma de desvincular el estudio
del medioambiente de los factores socio-económicos. No somos agentes externos que miremos
desde la distancia nuestro planeta para ver cómo funcionan sus seres vivos. No,
estamos EN el planeta, viviendo, modificándolo, tomando las decisiones que nos
llevan a discutir subjetivamente nuestros estudios.
Simplemente, tengámoslo en cuenta e incluyamos la influencia socioeconómica
en las conclusiones de nuestros estudios. El cómo varía el carbono disuelto en
suelo depende mucho de las propiedades del suelo. Esta conclusión la saco
gracias a la precisión en su medición en los bosques alemanes, pero no tengo
datos suficientes para contrastarlo en Grecia, y, por tanto, tendré que alertar de
este hecho. ¿Todo el mundo lo hace? No creo que el resultado sea menos valioso, tan sólo acorde con la situación
que vivimos.
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